lunes, 27 de febrero de 2012

Tururú.

Vamos a ver.
Dejémonos de lamentaciones y de inseguridades.
Vamos a dar la cara y a luchar.
Seamos valientes y aprendamos a quitarnos el sombrero cuando perdamos.
Transformemos nuestra nostalgia en recuerdos y nuestro dolor en bonitas bolitas de colores.
Seamos como esos edificios japoneses, ondeantes y flexibles ante cualquier mal...
Dejemos que los males queden relegados a un segundo plano y unámonos a este gran fenómeno, llamado remontada.
Dejémonos de niñerías y de babosadas, que ya tenemos una edad para andar lamentándonos por las esquinas.
Vamos a dar ejemplo de alguien fuerte, vamos a dar a conocer nuestra valía.
Y cuando hayamos experimentado todo eso... pasemos a preguntarnos por qué hoy, tengo las uñas pintadas de naranja...

¡Joder!
¡Los putos asteriscos en las rayas de la cebra rosa tumbada en mi cama no me dejan concentrarme!

1 comentario:

  1. Sandra, muchas veces me pregunto que de dónde habré salido yo para estar toda mi vida remontando :(

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