miércoles, 29 de junio de 2011

He tratado de seguir como si nunca te hubiera conocido.

He tratado de seguir como si nunca te hubiera conocido.
Como si nuestro tiempo junto hubiera sido imaginario.
Como una tonta me siento, no te puedo engañar, no te puedo olvidar
No puedo olvidar ese primer beso, cuando esperábamos la llegada de nuestros amigos, esa tarde fue una de mis favoritas, y no puedo olvidarla.
No puedo olvidar los momentos en el mirador, ni tus hazañas para conseguir el euro que nos brindaría la más bonita de las vistas de mi vida.
No puedo olvidar ese susurro en el oído al despedirnos; ese “Te quiero”.
No puedo olvidar la cara de mi hermana, cuando le hablé de ti. Una mezcla de sorpresa juntada con una frase “Pues no es tan guapo”, ella no se olvidará de mi colleja.
No puedo olvidar tu sonrisa, esa que me quitaba el aliento, y solo me cabía, responderte con un beso.
No puedo olvidar los gritos, los llantos, los escalofríos, no puedo olvidar… no puedo sacar de mi cabeza tu cuerpo inerte, en los brazos de los paramédicos, sin poder decirte adiós…
No puedo olvidar, porque no debo olvidar.
No debo olvidar tus ojos, de ese color, que la mayoría de la gente tacharía de lúgubre, pero que sin embargo, yo veía vida.
Esa que a ti te arrebataron.
Esa que a mí me toca vivir… sin ti.
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Nunca se me dio bien mentir, pero creo que estoy mejorando, me preparo para salir de mi casa, con un vestido negro para honrar tu memoria, con tu pulsera en la muñeca, con la promesa de tus labios de “siempre estaremos juntos” y con más ganas de llorar, que pensaba camuflar, mintiendo un poco.

domingo, 26 de junio de 2011

No debemos derramar lágrimas, es la derrota del cuerpo ante el corazón.

Llorar en sí no cuesta nada, pero se cobra tu mal cuerpo después del agotamiento del agua.
Llorar en sí, no es malo, pero te hace ver débil.
Llorar te hace sentir la lástima de los más allegados.
No llores.
Y si llorar, que no te vean.
Un pensamiento cobarde.
Sécate la cara rápido, muérdete los labios fuertemente, aguanta el hipo que lucha por salir de tu garganta.
Date prisa, que no te vean.
Y si lloras, no expreses sentimiento, que la lágrima baje solitaria, sin acompañamiento del resto del cuerpo.
No dejes que tus hombros se sacudan, no dejes que se te resbale el moquillo, no permitas que tus manos tiemblen.
No llores.
Y si lloras, que no te vean, que no se pispen, que no se note.
Si lloras, intenta aparentar, que no sufres.
Que ese dolor, no te venza. No te dejes llevar por los sentimientos humanos.
Supéralos.
Es absurdo que lo diga yo, la primera que lloro, pero es como me gustaría ser.
Un ser sin emoción.
Un ser que no llore…
No por nada. Si no para no preocupar a los demás.
Si ves a alguien llorar, vas y le preguntas… Por eso...
¡Qué no te vean llorar!
No preocupes a los demás.
Ellos… déjalos vivir su vida, y sufre en silencio.