De su incapacidad para odiar y de tus buenos modales.
De tu sonrisa y de tus buenos ratos, de tus personas cercanas, y de aquellos que se preocupan de ti.
Se ríen de tu ignorancia y de tu credibilidad hacía diversos temas sin importancia.
Se ríen de tu suerte, y de su poder sobre ti.
Bueno… no se ríen, se saben ganadores de una batalla que transciende desde el principio de los tiempos.
Se saben ganadores, porque no tenemos armas para luchar contra ellos.
Y aunque pongamos todos los medios y todas las trabas posibles, ellos llegan, y se ríen de ti.
Te controlan.
Se alegran de tus lloros y se ríen de tus ruegos.
Algunos dicen que los ven, otros los sienten. Hay gente no lo sabe, y es la mayoría. Hay personas a las que poco o nada les importa.
De tu sonrisa y de tus buenos ratos, de tus personas cercanas, y de aquellos que se preocupan de ti.
Se ríen de tu ignorancia y de tu credibilidad hacía diversos temas sin importancia.
Se ríen de tu suerte, y de su poder sobre ti.
Bueno… no se ríen, se saben ganadores de una batalla que transciende desde el principio de los tiempos.
Se saben ganadores, porque no tenemos armas para luchar contra ellos.
Y aunque pongamos todos los medios y todas las trabas posibles, ellos llegan, y se ríen de ti.
Se alegran de tus lloros y se ríen de tus ruegos.
Algunos dicen que los ven, otros los sienten. Hay gente no lo sabe, y es la mayoría. Hay personas a las que poco o nada les importa.
Y hay quienes viven para morir.